

Ayer celebramos nuestra primera cena con amigos en casa, los invitados fueron los Bexley, Jennifer, Bex (de Bexley) y su hija Savannah (un nombre muuuuuy sureño), nos tomamos unas Coronas Light y cocinamos la famosa okra que quedó riquísima. Yo añadí el gazpacho de la abuela que sabía a gloria bendita aunque no acabo de cautivar al personal. Por cierto, a mi plato le añadí un poco del melón de Mr. Benny y me chupé los dedos. Jen y Bex son muy agradables y pasamos un muy buen rato cenando todos juntos, Ethan y Sophia estuvieron a la altura y se comportaron de maravilla.
Los niños se van adaptando a su nueva vida, de momento es fácil porque no hay que ir al cole, los mayores no estamos trabajando ni nada pero poco a poco iremos entrando en la rutina diaria. Una de las primeras cosas que hicimos ayer fui ir a la compra y como no fuimos a Wal-Mart, este super-supermercado merecerá un monográfico más adelante pero vaya por ahora una somera descripción. Es una especie de Carrefour a lo bestia que está presente en todo Estados Unidos, en las bases militares estadounidenses esparcidas por medio mundo y en algunos países con acceso para el público en general. Ahí dentro encuentras de todo en gran cantidad y variedad pero como os decía ya entraré en detalle otro día.
Para terminar os diré que después de casi 7 años sin correr de forma regular, he comenzado una nueva racha que creo voy a mantener por algún tiempo. Estas navidades en una ciudad al norte de Alabama llamada Huntsville se celebra un maratón el día 12 de diciembre (http://www.runrocketcity.com/) y tengo pensado correrla. Además cuando decidimos mudarnos pesaba la nada despreciable cifra de 82 kilos, lo que por mi estatura no está mal si no fuera porque el peso extra se concentraba en mi cara y tripa. Pues bien, el estrés de la mudanza se ha llevado ocho kilos y si ahora con el empuje del cambio, una nueva vida y demás, soy capaz de mantener una buena dieta y un poquito de ejercicio diario creo que me voy a poner en forma de nuevo.
Posdata meteorológica: Esta noche ha caído un tormentón tremendo, aquí suelen incluir un aparato eléctrico bastante fuerte y normalmente la gente no se aventura fuera de casa si llueve por temor a que un rayo les deje fritos.