
A día de hoy los exámenes tipo test son el material más común al que se enfrentan los estudiantes a la hora de probar sus conocimientos, son sencillos de preparar y aún más fáciles de corregir (se pueden usar incluso plantillas -manuales o electrónicas-). La malo es que así va el nivel de nuestros estudiantes. Cuando uno tiene que redactar una respuesta sin conocer el tema es complicado, incluso conociéndolo es necesario tener una cierta claridad a la hora de organizar la información y expresarla. Creo que ésa es una estupenda forma de subir el nivel de los conocimientos sobre dos materias, la de estudio y el lenguaje más elemental.
Entre los múltiples exámenes que he hecho estos días me llevé la agradable sorpresa de que todos ellos se basaban mayoritariamente en preguntas a desarrollar: problemas, código de programación, o cuestiones más teóricas. Todos incluían una pequeña sección tipo test pero que representaba no más del 20-30% de la nota total. De esta manera uno se asegura que la gente está aprendiendo de verdad y que son simples genios de las quinielas.
Creo que para subir el nivel de los alumnos hay que ser más exigente de lo que se es hoy en día y no caer en la comodidad de exámenes fáciles y pocos deberes. El problema es que ante la presión del aumento de los suspensos y la falta de cooperación de los padres (que culpan al profesor antes que al alumno en un 90% de los casos) lo más sencillo para los profesores termina siendo bajar el nivel y que apruebe todo el mundo. Lo malo es que el alumnado se va acostumbrando a los nuevos niveles y hay que seguir bajándolos para mantener el número de aprobados altos. Al final la gente que sale de los institutos lo hacen con un nivel cultural penoso y así nos va luciendo el pelo a todos.
Hay que ser exigente con nuestros hijos/alumnos/profesores, al colegio/instituto/universidad hay que ir a aprender/enseñar.
2 comentarios:
Con padres profesores que tengo, no podría estar más de acuerdo con lo que dices. Si todo resulta demasiado fácil, se pierde de vista el gran valor que supone el esfuerzo... Y las recompensas personales que conlleva. ¡Pero que te voy a contar yo a ti, abnegado padre! :D
Me alegra ver que retomas tus nobles tareas blogueras. ¡Nos leemos!
pues si hombre estoy intentando mantener el blog lo mas activo posible pero unas veces resulta mas facil que otras.
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