lunes, 1 de marzo de 2010

Una de cochinadas

El otro día Ethan me preguntó que si me había lavado los dientes y le dije por qué dices éso hijo. Y me contestó que porque mi boca olía mal, le dije que si me los había lavado pero que a veces los bichitos que hay en la boca hacen que huela mal. A continuación y siguiendo su instinto detectivesco me dijo que si me había comido un trozo de plátano que llevaba danzando por el jardín unos días, que se había puesto negro y lleno de bichos. Casí me meo de la risa.

Para terminar las cochinadas y aun a riesgo de sonar escatológico (una vez más) os contaré que mi hijo caga commo un Vidorreta. No sólo se trata de la frecuencia y la contundencia sino en la manera, en el know how que se dice en el mundo de la industria. Ayer cuando entre al aseo me encontré que Ethan no había tirado de la cadena lo que me dio la primera pista y junto al inodoro tenia una película que había estado ojeando mientras hacia sus cosas (esta aprendiendo a leer pero aún no se lleva libros al baño) y una manzana porque últimamente ha cogido el sano hábito de comer manzana sin pelar ni cortar.

No pude evitar el sonreírme e imaginarme a mi peque allí sentado ocupándose de sus asuntos, mientras miraba la portada del dvd y daba bocados a una manzana. Hay quien dice que la cara es el espejo del alma, pero nuestros hábitos escatológicos pueden también decir mucho de cómo somos. ¿Se atreverá alguien a comentar algo en esta entrada?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde mi anonimato (espero) doy fé de cómo cagan los Vidorreta......

Anónimo dijo...

yo desde mi anonimato te respondo que esa gente son una saga legendaria donde las haya

Anónimo dijo...

Al anónimo A le gustaría saber quién es el anónimo B jeje

Anónimo dijo...

yo soy el anonimo C y me da en la nariz que A y B tienen ADN compatible seguro.