sábado, 7 de agosto de 2010

A orillas del Mississippi hay una ciudad...

Este pasado jueves después de cruzar la interestatal 10 desde Alabama hasta Loussiana, entramos en New Orleans, la ciudad a orillas del río Mississippi que tantas páginas ha llenado por su ambiente único mezcla de culturas, ritmos y tradiciones. La visita fue como la seda empezando ya por el hotel (Chateau Lemoyne) ya que resultó ser un sitio muy bonito y cuidado que te ponía en situatión desde el principio.

New Orleans es probablemente la ciudad más canalla de Estados Unidos, son legión los que llegan a ella a dar rienda suelta a sus pasiones y vicios, además se observan vestigios de los diferentes legados que en ella habitan, español, francés, criollo, estadounidense...

Nuestra visita se centró en el French Quarter, una parcela del centro de la ciudad dónde se encuentra la esencia y todo el encanto de New Orleans, el jazz, el vudú, el alcohol, los clubes para caballeros... la calle Bourbón es el alma de la fiesta, y el nombre deriva de los Borbones y no del famoso whisky según reza una placa en la pared. Por allí circula el personal entre conciertos de jazz, lanzamiento de collares desde las terrazas, bailarinas exóticas contoneándose a la entrada de sus locales y multitud de tiendas de souvenirs.

Mi madre que tiene algo de bruja (de las buenas) tenía interés por el tema del Vudú y así como entramos a la tienda de Marie Levau, ella dijo que sentía energías oscuras dentro, yo me partía de risa viendo figuras de acción de Jesucristo y Oscar Wilde, como si de GI.Joe se tratara. A pesar de la prohibición fui capaz de grabar un video del lugar, espero que el espíritu de Ms. Levau me perdone y no me cause ningún mal.

Según se cuenta, el Jazz nació entre la calle Basin y el Mississippi y siendo así y conociendo la pasión de mi padre por este estilo musical, el momento álgido del viaje llegó cuando entramos a Preservation of Jazz Hall un garito fundado en los 60 para preservar el estilo clásico del Jazz. Allí escuchamos a Jamil Sharif y su banda tocar clásicos como Hello Dolly. En uno de los intermedios nos acercamos a saludar a Mr. Sharif y comprar su CD que nos firmó amablemente y posó para lo foto con mis padres.

Y finalmente cruzamos el río Mississippi hasta Algiers, fue un trayecto corto de unos 5-10 minutos pero merecía la pena cruzar uno de los cursos fluviales más famosos del mundo. En general ha sido un visita muy especial, los paseos por la ciudad eran fascinantes pero como es lógico se necesitan más visitas para ir descubriendo los rincones más especiales de esta enigmática metropoli.

Pd: mis padres llevaron la roja con orgullo o varias personas les felicitaron por el exito mundialista.

3 comentarios:

LoganalaFuga dijo...

Estan muy guapos y desprenden alegria. ¡Me alegro solo de verlos! espero que "cuelgues" una carpeta con las fotos en el Picasa para poder verlas. Besos.

Nana dijo...

Bueno señor@s: Ya estamos de regreso en la Madre Patria y he de decir que aunque el terruño tira .... ahora comprendemos mejor también como puede ser el "tirón" que tiene esta Tierra y sus gentes. El viaje ha sido maravilloso y los anfitriones han dejado el pabellón de la hospitalidad sureña bien alto. Como decía el sabio Luis Aguilé: Cuando salí de Alabama dejé un trocito de corazón...
¡¡besos a todos!!!

Nana dijo...

¡¡¡¡AVISO A NAVEGANTES!!!

SE HACE SABER QUE "FERNANDO/ANA-ANA/FERNANDO" TIENEN UNA SEGUNDA IDENTIDAD Y QUE TAMBIEN PODEIS ENCONTRAR NUESTROS COMENTARIOS CON EL SEUDÓNIMO DE "NANA" ... ¡oseasé: que somos los mesmos!