Con los dedos por delante

Primera carrera oficial con mis nuevas "zapatillas para correr descalzo" a Lassensacinoes han sido excelentes, el apoyo es mucho más natural, tal y como me pedía mi entrenador Fernando cuando hacía atletismo, pero esta vez sin tener que estar pendiente de cada pisada.

He intentado evitar el asfalto porque según Devin (mi futuro compañero de correrías "naturistas" -al menos para mis pies lo serán-) hay que hacer la transición poco a poco. Espero sufrir ligeras molestías en los gemelos en los próximos días pero de momento el dolor de rodilla que me aparecía al correr hoy no lo he sentido(no descartamos la autosugestion por supuesto) pero como decía las sensaciones han sido mágicas.

Ayer estuvimos en casa de Devin y Shanna para conocer a su hija Bentley, que nació el pasado día 6 de septiembre, y allí tuve la ocasión de charlar con él un poco más sobre la experiencia de correr "descalzo". Este miércoles o el que viene voy a ir con él a correr por el bosque cercano a su casa. La descripción del itinerario no podría ser más atractiva, caminos que casí no pueden ser considerados como tales, pavos salvajes que saltan a tu paso, ciervos, ardillas, torrentes de agua, es como una mezcla de película de Walt disney y documental de National Geographic. Ardo en deseos de correr en la naturaleza, entre los árboles como un animal más. Correr en esas condiciones es otra cosa, no tiene nada que ver con correr por un parque esquivando pelotazos y bicicletas, o por el arcén de la carretera siempre con el lomo erizado pensando en los coches que se acercan. Correr sobre tierra, hierba y piedras, entre nuestros compañeros del reino animal es correr de verdad.