martes, 1 de junio de 2010

Hormigas de fuego

En esta última semana hemos acometido ciertas reformas en casa, algunas dentro como alisar las paredes del salón y repintarlas y otras fuera como sustituir los arbustos de la entrada y rehacer el frontal de la casa. Pues bien mientras hacía una pequeña zanja la otra mañana unos diminutos animalitos que se sintieron atacados se rebelaron contra el gigantón con la pala y se inmolaron en mis tobillos y manos. El resultado fue la muerte inmediata de los mujahidines y unas ampollas de campeonato en el cuerpo de la victima.

Los herederos de Bin Laden eran fire ants y la victima era vuestro amigo emigrante y como podéis ver en las fotos las picadores se vuelven bastante asquerosas pero después de un par de días el picor remite y las pupas van cicatrizando. Aquí los bichos no se andan con chiquitas, por ejemplo al amanecer y al atardecer los mosquitos te pueden coser a picotazos si asomas la nariz por el jardín, especialmente si ha llovido antes y hay charcos por todos lados. En fin, hoy tocaba una aventura menos excitante que otros días y más mundana pero es que el picor merecía rascarse. La foto es de la primero noche y las ampollas se hicieron más grandes y feas pero no tengo documentos gráficos de esa fase.

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