viernes, 31 de julio de 2009

Hoy toca un popurrí



Ayer celebramos nuestra primera cena con amigos en casa, los invitados fueron los Bexley, Jennifer, Bex (de Bexley) y su hija Savannah (un nombre muuuuuy sureño), nos tomamos unas Coronas Light y cocinamos la famosa okra que quedó riquísima. Yo añadí el gazpacho de la abuela que sabía a gloria bendita aunque no acabo de cautivar al personal. Por cierto, a mi plato le añadí un poco del melón de Mr. Benny y me chupé los dedos. Jen y Bex son muy agradables y pasamos un muy buen rato cenando todos juntos, Ethan y Sophia estuvieron a la altura y se comportaron de maravilla.
Los niños se van adaptando a su nueva vida, de momento es fácil porque no hay que ir al cole, los mayores no estamos trabajando ni nada pero poco a poco iremos entrando en la rutina diaria. Una de las primeras cosas que hicimos ayer fui ir a la compra y como no fuimos a Wal-Mart, este super-supermercado merecerá un monográfico más adelante pero vaya por ahora una somera descripción. Es una especie de Carrefour a lo bestia que está presente en todo Estados Unidos, en las bases militares estadounidenses esparcidas por medio mundo y en algunos países con acceso para el público en general. Ahí dentro encuentras de todo en gran cantidad y variedad pero como os decía ya entraré en detalle otro día.
Para terminar os diré que después de casi 7 años sin correr de forma regular, he comenzado una nueva racha que creo voy a mantener por algún tiempo. Estas navidades en una ciudad al norte de Alabama llamada Huntsville se celebra un maratón el día 12 de diciembre (http://www.runrocketcity.com/) y tengo pensado correrla. Además cuando decidimos mudarnos pesaba la nada despreciable cifra de 82 kilos, lo que por mi estatura no está mal si no fuera porque el peso extra se concentraba en mi cara y tripa. Pues bien, el estrés de la mudanza se ha llevado ocho kilos y si ahora con el empuje del cambio, una nueva vida y demás, soy capaz de mantener una buena dieta y un poquito de ejercicio diario creo que me voy a poner en forma de nuevo.
Posdata meteorológica: Esta noche ha caído un tormentón tremendo, aquí suelen incluir un aparato eléctrico bastante fuerte y normalmente la gente no se aventura fuera de casa si llueve por temor a que un rayo les deje fritos.

jueves, 30 de julio de 2009

Los Ciclos



Esta mañana mientras corría por el barrio iba pensando en un buen amigo mío que me enseñó que la vida se compone de ciclos, tanto en nuestras actividades como en nuestras relaciones con las demás. Cuando llegas a cierta edad (la que sea) y has pasado por tu ración de situaciones y experiencias vitales, esto te puede parecer una perogrullada pero para mí en un determinado momento significó una gran revelación.
En mi caso estoy viviendo un cambio de ciclo radical, hay un cambio laboral (todavía por concretar), de ubicación geográfica, de relaciones sociales (puesto que tendré que hacer nuevas amistades), de roles dentro de la familia dado que ahora es Jamie quién va a tirar un poquito más del carro al ser la aborigen; en resumen un cambio a gran escala que hay que aceptar con naturalidad e ilusión.
Lo de la naturalidad y la ilusión lo digo porque según otro gran pensador de nuestros tiempos (o al menos del mío) en la vida hay que dramatizar lo justito o si me apuras, mejor no hacerlo en absoluto. En la vida hay situaciones que parecen extremas y que en la escuela de los románticos conllevaría el correspondiente suicidio. Sin embargo, en esta línea de pensamiento más pragmática de la que es maestro este segundo pensador, no hay espacio para hacer de nuestras vivencias un drama griego; hay que tirar hacia delante y pensar al final y al cabo todo está en la mente y las cosas son tan grandes o tan insignificantes como nosotros decidamos que sean.
Todas estas disertaciones vienen al caso del comportamiento que han tenido mi familia y amigos durante estas semanas. A pesar de la pena que les causa (y a mí también) el que ahora estemos tan lejos y de la incertidumbre sobre nuestro bienestar, todos sin excepción has sabido ser positivos y disfrutar hasta el último minuto de nosotros de una manera plena y alegre. Apoyándonos en todo momentos y ofreciendo una visión positiva del cambio que se avecina.
A veces es difícil contentar a una mayoría o conseguir la aprobación general pero en mi caso si hubiera habido un límite en la cantidad de pensamientos positivos y ánimos que podía llevar en la maleta, seguro que habría tenido que pagar sobrepeso. Una vez más gracias a todos

Posdata: he corrido 30 minutitos oliendo a bosque y salvando a una tortuga de 1 kilo que intentaba cruzar la carretera, ¡Buenos días!

miércoles, 29 de julio de 2009

Sweet Home Alabama

Pues ya estamos aquí. Después de todas las peripecias que hemos pasado, los preparativos y las despedidas, por fin hemos llegado al inicio de nuestra aventura americana.
El viaje transcurrió sin ninguna complicación y eso que hubo varios amagos, como cuando entre en el área de inmigración del aeropuerto de Washington y pensé que nos quedábamos allí como Tom Hanks en La Terminal. Al final y en un tiempo record conseguimos tramitar mi visado, pasar la aduana, dos controles de seguridad, sacar las tarjetas de embarque y llegar a tiempo a nuestro vuelo a New Orleans. Todo esto en dos horas y con Ethan corriendo conmigo a pesar de que para nuestros cuerpos eran poco más de las 4 de la mañana.
El reencuentro con las chicas fue especial, ninguno sabíamos a dónde acudir, queríamos abrazarnos y besarnos unos a otros entre las cien maletas que nos rodeaban. Como ya era tarde nos quedamos a pasar la noche en un hotel y a la mañana siguiente salir hacía nuestro nuevo hogar.
Un nuevo hogar acogedor y confortable, con todas las comodidades de una casa moderna y espacio más que suficiente para mi paladar de urbanita madrileño. Todos tenemos habitación, los niños tienen además una sólo para jugar, la tele no cabe en el salón de lo grande que es (un modelo antiguo de 45 pulgadas cortesía de mis suegros que nos viene al pelo) y el jardín tiene más césped todas las áreas infantiles de Usera juntas (un decir).
Para finalizar una anécdota curiosa, hoy he conocido a mi vecino Mr. Benny. Se ha presentado para saludarnos y ofrecernos su hospitalidad y … sus pepinos. Si, sus pepinos, resulta que el señor BEnnie tiene una pequeña huerta en su jardín y nos ha traído unos pepinos, un melón dulce y algo llamado okra, una verdura propia del sur de los Estados Unidos que cocinaremos en los próximos días al estilo tradicional. Los ofrecimientos de Mr. Benny no se han quedado en el ámbito de la horticultura, también ha dicho que me ayudará con las labores de jardinería y poda, y que si algún día hay algún problema el tiene una escopeta y llega antes que la policía… Ahí es nada, pedazo de vecino del que estoy seguro os escribiré más aventuras en las próximas semanas.
Como veis hemos comenzado con buen pie, todo el mundo está sano y los cimientos de la nueva aventura parecen sólidos. Aprovecho para mandar un abrazo a todos aquellos de los que por unas cosas u otras no llegue a despedirme, cuidaros mucho.

Posdata: Acabo de recibir la nota de mi última clase, otra A(sobresaliente) :-)

lunes, 13 de julio de 2009

Despedidas


El momento de las despedidas ya ha comenzado. El pasado martes (San Fermín) las chicas cogieron el toro por los cuernos y llevaron a cabo el primer desembarco. El sábado anterior nos juntamos en casa de mis padres con la familia para despedirlas.

El martes se produjo la despedida en el aeropuerto y esas son también complicadas, el que se marcha se siente impotente por el que se queda porque además la acción de marcharse es la que causa dolor en la persona que se queda. El que se queda trata de no hacer sentir culpable al que se marcha y trata de reprimir su pena. Mientras tanto, el que se marcha debe pelearse con el personal de la compañía aérea para que tramite su billete, con el de seguridad que te hace cien preguntas de manual sin prácticamente escuchar las respuestas. Y los niños que van dando saltos y carreras de acá para allá entre viajeros atribulados.

Después llega el momento del control de seguridad dónde el que se marcha sólo quiere que no le den mucho la tabarra los de seguridad y poder pasar TODAS sus pertenencias por el escáner y ponerse la ropa a continuación sin mayores sobresaltos. El que se queda observa en la distancia esperando un gesto del que se marcha mientras la cola avanza muy despacio. A ambos se les hace eterno.

En fin que todo el mundo pasa un rato amargo porque el hecho es que se va a producir una separación y esa despedida es el momento físico y final en el que ocurre y por más que uno lo intente no se ha conocido una despedida agradable. En los próximos días se van a producir muchas despedidas, muchos intercambios de cariño y buenos deseos. A veces afloran sentimientos que el resto del tiempo se dan por supuestos y sabidos pero que es en estas situaciones cuando no sentimos más inclinados a dejar aflorar. Quizá sea una de las pocas cosas buenas de las despedidas, el hacer saber sin dudas y en palabras lo que sentimos por los demás.

viernes, 10 de julio de 2009

Etiquetas

¿Os habéis fijado en la nube de etiquetas en el margen derecho de la pantalla? es un gadget de Amanda Fazani que adaptó un plug-in de WordPress diseñado por Roy Tanck. Gracias a los dos.

miércoles, 1 de julio de 2009

Meta su vida en dos maletas


Las mudanzas intercontinentales no es que vengan con café y zumo, es que te obligan a reducir tus posesiones personales y meterlas en dos maletas. Todo esto conlleva un intenso proceso de reciclaje vital en el que revisas todo lo que has acumulado en los últimos años y cual emperador romano decides si viene o se queda.

Los “tesoros” que encuentras son muy numerosos, variados y algunos sorprendentes. Los más comunes sin duda alguna son los recibos bancarios y de otro tipo, y te preguntas, ¿era de verdad necesario guardar el recibo de unos calcetines de H & M que costaron 3,99€ en 1.998? Supongo que si fueras un estudioso de la inflación de los precios en el siglo XXI te podría resultar apasionante pero en el resto de casos es poco menos que ridículo.

Otro grupo importante son los recuerdos valiosos, artículos que requieren de un esfuerzo titánico para recordar de donde vienen, que aparecen cuidadosamente envueltos en una servilleta de bar o escrupulosamente recogidos en una caja de cerillas. ¿Quién no se moriría por saber a ciencia cierta el día, la hora, el cine, la sesión y la butaca en la que vio un bodrio eslovaco en versión original? Estas son el tipo de preguntas apasionantes que gracias a mi extenso “archivo de papelajos” ahora tienen respuesta.

Resumiendo, si queréis ahorrar tiempo, espacio y preocupaciones, no guardéis nada; con excepción de los cuatro papeles importantes que uno de verdad necesita y que el día que necesitaste nunca aparecieron porque estaban enterrados por el resto de cosas importantes, no merece la pena. Mantened vuestros archivos al mínimo (una carpeta bien organizada vale) si no queréis perder tres días de vuestra vida en vuestra próxima mudanza revisando basura.

En fin, la mudanza continúa y comienzan las despedidas, Jamie y Sophia se marchan el día 7 y este fin de semana nos reuniremos con familia y amigos para darnos unos besos y abrazos con todos ellos. Os intentaremos ver a todos en los pocos días que nos quedan.