
Lo cierto es que fue interesante y bonito de ver, al contrario que en Madrid donde parece que caminas por la franja de Gaza en plena represalia israelí, aquí no daba sensación de peligro. Incluso Ethan hizo sus pinitos con alguna bengala de las pequeñas y una especia de tubo que lanzaba bolas de colores. El premio gordo de la jornada se lo llevo un petardo de unos 60 gramos conseguido en el mercado negro que reventó un cubo llenó de agua y esparció el líquido elemento por toda la calle, bastante impresionante pero debido a ciertos problemas técnicos no disponemos de las imágenes, si las recuperamos os las enseñaré.
Las uvas las tomamos a las 5 de la tarde en video-conexión con la casa de mi tata en Madrid, así tuvimos la oportunidad de felicitar el año en tiempo real a mis padres, hermano y demás familia, el día 1 la tradición es comer Black Eyed Peas con acelgas, no se trata del popular grupo musical sino de unos guisantes con un punto negro, y se hace como tantas cosas en estos casos para tener prosperidad económica en el nuevo año, al parecer es algo que se practica casi exclusivamente en el sur de Estados Unidos.
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