Nuestro pequeño empollón

Desde que empezó el curso allá por agosto os he ido contando como Ethan se ha integrado perfectamente en su nuevo cole. La profesora siempre habla muy bien de él, de como presta atención en clase, es obediente, ayuda y siempre hace sus tareas. Hasta ahí todo fenomenal pero siempre pensábamos que su “rendimiento académico” (para su edad claro) era normal pero resulta que tampoco tan normal.

La cuestión es que el ritmo de enseñanza aquí es infinitamente superior al de los niños de su edad en la educación pública española (me pregunto dónde se igualan unos y otros porque los chavales que veo en el instituto de Jamie no parecen más listos que mis primos y primas en España). Ethan esta aprendiendo todas las letras, sus sonidos y como se combinan con las diferentes vocales de manera que sabrá leer enseguida.

Bueno, la cosa es que cada día en sus fichas vemos una cara sonriente que la profesora dibuja cuando hacen su tarea correctamente, nosotros pensábamos que todos los niños llevaban caras sonrientes a casa sin excepción y que Ethan simplemente seguía el nivel general, pero no es así. El otro día la profesora metió el cuadernillo equivocado en la mochila de Ethan y vimos que no todos los niños saben dibujar sus letras o contar como Ethan, y es que nuestro pequeñajo parece ser uno de los empollones de la clase, la niña en cuestión tenía dos caras tristes en sus deberes de un sólo día, ¡Ethan ha tenido una cara seria en todo lo que va de curso!. Ethan es muy metódico y perfeccionista, eso lo sabemos, también es trabajador y obediente pero después de lo de las caras sonrientes y demás no os podéis imaginar lo orgullosos que estamos de él.