Un domingo de churro

¿Qué hay más típico para un madrileño que un chocolate con churros de desayuno y la subsiguiente visita al rastro en un domingo por la mañana?

Esta mañana nos hemos levantado al olor de los churros y porras que ha traído mi padre, acompañado de la prensa dominical por supuesto, hasta Sophia se ha tomado un churrito con chocolate.

En el rastro hemos batallado con las hordas de gente que invaden cada rincón desde Cascorro a Embajadores, hemos comprado souvenirs para amigos y amigas, y nos hemos vuelto a casa pronto porque Sophia y Claudia no lo estaban pasando demasiado bien. Allí nos esperaba la abuela con boquerones en vinagre, pollo y pimientos asados, ensaladas, queso, jamón y demás manjares que han constituido el vermú y almuerzo de hoy. En definitiva un domingo al estilo madrileño dónde no ha faltado de nada.