Hace no mucho os hablaba de la impotencia o la nostalgia que se siente en la distancia cuando no puede estar presente en moomentos importantes en la vida de sus seres queridos. En este poco tiempo que llevo en EE. UU. miembros de la familia han sufrido tratamientos quirurgicos, amigos han cambiado (o estan a punto) de estado civil por amor, y en casos como el de la semana pasada personas queridas nos dejan.
En situaciones asi uno debe mantener el tipo y ser algo pragmatico, a fin de cuentas no estoy preso en Guantanamo ni mucho menos, apañarse con el telefono y otros sistemas de comunicacion, y simplemente aguantarse. Aun así quiero que sepais que desde este rincon del mundo me acuerdo mucho de todos vosotros y que en la medida de mis posibilidades estoy pendiente de vuestras cuitas y avatares. Y para mi amigo de toda la vida un pequeño gesto de cariño via TCP/IP.
lunes, 18 de enero de 2010
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5 comentarios:
Gracias, un beso...
La distancia siempre es relativa, amigo. Desde que volví a Madrid en Septiembre, aún me quedan amigos por estos lares a los que no he visto todavía... ¡Y a ti te he visto una vez! :D
Abrazos madrileños...
La relatividad de la distancia... suena al tema de una tesina. Es cierto que con los medios de que disponemos ahora se puede paliar en gran medida esa sensación de distanciamiento y aunque no es igual "chatear" que irse de chatos, siempre es mejor que el "snail mail", que es como llaman aquí al correo de toda la vida. Estoy preparando otro viaje fugaz, ya te daré fechas para duplicar esa estadística de encuentros ;-)
Aprovecho tu pagina para mandar animos a Miguel. Un abrazo.
Gracias Ángel, recibido y agradecido. Un saludo a la familia.
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