Ayer tocaba hacer la colada. En nuestra casa tenemos una lavadora y secadora pero la primera no hace el ciclo del centrifugado y la segunda de momento no funciona demasiado bien, así que toca ir a la lavandería 24 horas de esquina, si habéis oído bien, en el país de las oportunidades puedes lavarte y secarte los calcetines a las cuatro de la mañana.
Primero se hizo Jamie una tanda y luego me toco a mí. Un par de consejos, llévate algo para entretenerte y también cambio por si la maquina del ídem está rota. Yo elegí el último libro de Guillermo Fesser “A Cien Millas de Manhattan” (gracias Ángel). La verdad es que es uno de esos libros que te da pena cada vez que pasas una página porque te acerca más al final. Trata de la experiencia de una de las mitades del dúo Gomaespuma cuando se marchó a vivir una temporada con su esposa norteamericana a los Estados Unidos, supongo que la historia os va sonando.
El autor no se limita únicamente a decir, “no hay jamón de jabugo y hay más iglesias que bares en este sitio,” sino que va profundizando en muchas de las peculiaridades de la cultura estadounidense pero añadiendo un estudio antropólogo-cultural en clave de humor que para alguien que se encuentra en mi situación resulta auténticamente delicioso. El tío pone en palabras muy bien escritas todo lo que yo he experimentado y estoy experimentando cada día, desde los orígenes de Halloween, pasando por la profunda espiritualidad de los estadounidenses, hasta la relación entre Thomas Alva Edison y el vapor que brota de las alcantarillas de New York. Una lectura muy recomendable para cualquiera que esté interesado en conocer un poco más de la cultura y costumbres de los Estados Unidos.
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