Zapatero a tus zapatos

Dentro de esas pequeñas anécdotas de sus hijos que uno repite en Nochebuena durante el resto de su vida acaba de entrar por derecho propio la pasión de Sophia por ponerse cualquier zapato, zapatilla, bota de fútbol, sandalia o chancla que se cruce por el camino o que ella misma se apropie de armario ajeno.

A las pruebas me remito aunque dichas pruebas no fueron fáciles de conseguir porque la ínclita y a la sazón hija mía, no le gusta ser fotografiada con las manos en la masa, o mejor debería decir pies, y cuando trato de hacerlo me increpa en su propia lengua al estilo de la Pantoja o la Obregón.

Estos días con Sophia están siendo muy especiales y los estoy disfrutando todo lo que puedo. NO siempre es fácil porque a veces hay que hacer cosas como la compra, cocinar o papeleo y ella no siempre está por la labor pero en general creo que nos estamos compenetrando bastante bien y disfrutando mucho el uno del otro. Ella es una lectora voraz y cuando nos sentamos a leer nunca nos levantamos sin haber leído una docena de libros como mínimo.

Sin duda alguna y para aquellos que se lo puedan permitir, merece la pena el tomar algo de tiempo para compartir con tus hijos cuando son pequeños, luego van creciendo y empiezan el cole y sus actividades y ya no es igual pero a estas edades es simplemente maravillosos el poder saborear con ellos cada traguito de vida que van dando.